El auge del podcasting que hemos vivido en los últimos años ha traído consigo muchas cosas buenas y algunas malas. Una de esas cosas malas es una perniciosa interpretación de las estadísticas, sin duda heredada de la radio pero que en el podcasting carece de sentido.
Evidentemente el aspecto fundamental de las estadísticas de un podcast son las descargas, las cuales desgraciadamente no podemos equiparar a escuchas. En este aspecto hay aplicaciones que por su sistema cerrado de gestión sí son capaces de decirnos datos relativos a la escucha, como puntos de abandono, porcentaje de escucha real… En función de la composición demográfica de nuestros oyentes quizá podamos extrapolar los datos de esas aplicaciones a la totalidad de nuestra audiencia, pero es un ejercicio peligroso.
El siguiente factor en importancia son las fuentes, esto es, desde dónde te escuchan tus oyentes: Apple Podcast, Overcast, Spotify… Tener bien clara la composición de tu audiencia te ayuda mucho a poder definirla y a tomar futuras decisiones de marketing. En el capítulo 168 de Promopodcast entrevisté a Luis Gracia y en un momento dado llegamos a la conclusión de que, por su fuente, la mayor parte de su audiencia no pertenecía a su público objetivo.
Por regla general, un podcast consolidado (como puede ser cualquiera de los que hago) tiene pocos vaivenes en sus escuchas. Cualquier tendencia que presente, sea al alza o a la baja, tarda un año entero en ponerse de manifiesto. Un estudio combinado de escuchas totales y fuentes puede ayudarnos a entender determinados movimientos. Sin embargo vivimos tiempos confusos para este análisis, ya que desde 2018 son muchos los hosting de podcasts y sistemas estadísticos que han ido obteniendo la certificación IAB de medición estadística de escuchas de podcasts, o al menos empezando a seguir sus directrices. Este sistema es conservador y rígido, como buen sistema, lo que significa que cualquier dato de escuchas es más bajo cuando se siguen sus recomendaciones. En este sentido, los podcasts con más recorrido hemos visto como nuestra audiencia decrecía en los últimos tiempos por la aplicación de los parámetros IAB en nuestros hostings, lo que hace estéril cualquier intento de evaluación de nuestra progresión. Dependiendo del podcast, otros factores como el feedback, los mensajes de los oyentes, las puntuaciones en los rankings etc. pueden servirnos también de indicador de nuestra evolución.
Tengo que reconocer que una correcta determinación demográfica de nuestra base de oyentes sería de una utilidad incalculable, pero para conseguir esto deberíamos omitir la naturaleza esencialmente libre del podcast y encerrar TODAS las escuchas en una plataforma que requiera autenticación, esto es, que el podcasting operara como lo hace el vídeo, un mercado en el que como plataforma generalista sólo existe YouTube. Como digo, esa información demográfica sería de gran valor, pero el precio a pagar por ella hace que no merezca la pena, porque nada merece pagar el precio de nuestra libertad como podcasters y como oyentes.
La interpretación perniciosa de la que hablo al principio reside en que la medida de descargas que se suele compartir es la de descargas totales en un periodo. «En este mes mi podcast ha alcanzado más de 50.000 descargas». Esto puede generar números muy impresionantes, pero carentes de sentido desde el momento en que no todos los podcasts tienen la misma periodicidad. Durante septiembre de 2022, mi podcast de tecnología Emilcar Daily tuvo un total de 136.714 descargas. Impresionante, pero hay que tener en cuenta que este podcast se publica de lunes a jueves, por lo que fueron 17 los capítulos responsables en primera instancia de dichas descargas, amen de descargas residuales importantes de los capítulos anteriores. Si habláramos de la misma cifra de descargas pero para un podcast semanal, estaríamos sin duda ante otra magnitud completamente distinta.
No nos dejemos ofuscar por las grandes cifras globales y centrémonos en el dato que nos da la verdadera magnitud de nuestro podcast y de la comunidad fiel a su escucha: las descargas totales por capítulo. Podrán oscilar algo de uno a otro, pero son el valor más exacto sobre el que puedes construir tu futura estrategia.