Sí, tú. Tú que estás ahí leyendo este artículo. Tú a Movistar no le caes nada bien, y yo tampoco. Y tampoco ninguno de los 700 y pico lectores de este blog o de los cientos de miles lectores de blogs tecnológicos. No le caemos nada nada bien. ¿Y por qué? Porque somos usuarios avanzados, somos usuarios que hacemos preguntas, que indagamos, que comparamos, que en algún momento abandonamos la gran M azul buscando mejores condiciones y trato. Somos gente incómoda y no le caemos nada bien. Y otros le caen todavía peor.
Desde que se generalizó el acceso a Internet, muchos de nosotros hemos tenido una tribuna abierta para criticar a Movistar y Telefónica por sus tarifas, sus servicios, su estilo… en fin, por su cultura empresarial, fuertemente asentada tras muchos años de monopolio. «Vomistar» la hemos llamado incluso.
Y el desprecio es mutuo, ojo, porque a nosotros Movistar tampoco nos cae bien, porque en vez de usar su tremendo capital y posición privilegiada en el mercado para el bien, para mejorar la calidad del servicio, facilitar el acceso a las últimas tecnologías a todos, modernizar el sistema de tarificación… en vez de para eso lo ha usado para el mal, para seguir tratándonos como a tontos, para tener unos precios estratosféricos, unos móviles arcaicos y un programa de puntos leonino. Ojo, los otros no son mucho mejores, pero como tienen que competir como sea, se aprietan un poco más, cosa que Movistar no necesita hacer porque conoce bien a los españoles y sabe que una campaña como esa de «nos sale más barato porque somos más», aunque sea directamente MENTIRA, hace mella en nuestra conciencia colectiva.
Ahora, después de soportar durante años cómo hemos machacado a la marca, ahora llega el momento de la dulce vengaza. Movistar tiene, en exclusiva, lo que más deseamos, el iPhone 3G, y si lo queremos, lo vamos a tener que pedir por favor, vamos a pasar un mes enterito sin saber NADA de precios y tarifas, vamos a tener que soportar que en las tiendas de la marca nos mareen de mala manera, vamos a abandonar nuestras operadoras y ligarnos por DOS AÑOS a la gran M azul, vamos a tener que hacer cola y pelear por las 10 unidades que lleguen a nuestro pueblo y además, vamos a tener que soportar la chulería de escucharles anunciar las tarifas en su nueva tienda del centro de Madrid, a menos de 24 horas de la puesta en venta del dispositivo.
Bloggers, frikis, geeks, internautas en general… vamos a tener que humillarnos ante Movistar y pedir por favor, por favor, que nos vendan un iPhone 3G. Y no sólo eso; Movistar no tiene que esperar al viernes para empezar a sacar tajada económica del asunto, sino que ya ha hecho acopio de algo que hoy en día vale casi más que el dinero: información.
Muchos de nosotros corrimos como luciérnagas a la luz a registrarnos en la web más idiota de todos los tiempos, la web del iPhone de Movistar. ¿Qué hemos conseguido? Los que más, han conseguido un SMS, un MMS o un e-mail que es simplemente una captura de pantalla de la web de Apple. ¿Y qué ha conseguido Movistar? Pues un montón de datos de clientes potenciales que le hemos dado encantado ¿sabéis cuántos somos? Pues según me cuenta José Luis, un lector de este blog, podemos verlo nosotros mismos visitando esta dirección. En este momento, el número de pardillos asciende a 145.799. Ni más ni menos.
Y que conste, esto no es una pataleta del pobre friki consentido al que no le quieren dar información sobre su último capricho; soy mucho menos materialista que todo eso. Es simplemente que me molesta profundamente que me falten al respeto como cliente y que seamos el único país de Europa sin saber nada de su iPhone 3G, salvo que, como te repiten hasta la saciedad en las tiendas o por teléfono, «sale el 11 de julio».