He aquí un artículo muy apropiado para un lunes por la mañana. Seguramente algunos recordaréis mi serie de artículos en los que detallaba todas las pruebas que estaba realizando para ver si me era posible usar un Mac en mi oficina. Recordaréis también que tras salir más o menos airoso de todos los problemas, me encontré con que por política de empresa no podría usar un Mac para trabajar. Aquello fue indudablemente un tremendo jarro de agua fría pero no ha hecho que deje de estar interesado en el tema y siempre presto especial atención a todo lo que encuentro acerca de estos asuntos.
Foto del flickr de randomduck
Recientemente mi buen amigo @finbarrus compartió en Google Reader una entrada de MacApper donde un fulano con más suerte que yo ha iniciado un proceso similar. Y digo con más suerte porque su empresa le respalda en su proceso de investigación.
De momento lleva tres artículos: en el primero explica el qué y el por qué de su aventura; en el segundo explica cómo se las ha ingeniado para trabajar dentro del dominio de su empresa; y en el tercero es ya recochineo, porque habla de cómo ciertas cosas del Mac (Exposé, Spotlight) le ayudan muchísimo en su trabajo y de como sus compañeros alucinan con el Mac.
Aunque en este momento lo que más deseo es que ese tipo arda en el infierno, la realidad es que me da un hilo de esperanza y me invita a no dejar de soñar con que un día puedo usar un Mac en la oficina.