Una vez más voy a contaros mi proceso de toma de decisiones al comprar un producto, esperando que os ayude a tomar decisiones a vosotros cuando os encontréis en una situación similar. La última vez creo que fue sobre el iPad y hoy vamos a hablar sobre la compra de un disco duro externo.
Yo tengo dos discos duros externos. El primero es un Western Digital (WD) My Book 1Tb FW400 que empleo para las copias de seguridad de Time Machine. El segundo es un iomega 500Gb FW800 que empleo para datos externos tales como series, películas y otras cosas con las que no quiero cargar al disco duro interno.
Mi mujer y yo hemos decidido tener siempre fuera de casa una copia de las fotos y los vídeos; puede pareceros un poco paranoico pero valoramos mucho nuestros recuerdos en formato digital. Para ello hemos pensado que el disco perfecto sería el iomega que ya tenemos; la capacidad es suficiente y así lo podríamos sustituir para el uso corriente en casa para un disco duro menos ruidoso y más eficiente con el control de su apagado y encendido.
A la hora de qué disco nuevo comprar yo lo tenía muy claro: un WD. En casa he probado discos WD, iomega y Lacie y el WD es el que más me ha gustado por su silencio y por cómo se apaga completamente y solito cuando el ordenador está en reposo. La capacidad también estaba clara, 1 Tb; aunque actualmente no completamos los 500 Gb del disco iomega, el ritmo al que crecen nuestras series y películas aconseja ser precavidos. Por tanto la elección fue un WD My Book Studio 1Tb FW800.
Había visto este disco en la fnac al precio de 139,95 € pero por tomar tarde la decisión de compra, cuando fui ya no tenían y las previsiones de entrega eran agoreras. Entonces fui a comprarlo directamente a la tienda de online de WD pero con gastos de envío se me quedaba por encima de los 150 €. En esos momentos se me cruzó por delante otra posibilidad: el WD My Passport Studio 500Gb FW800.
Si mantenía a raya mis series y películas quizá pudiera conformarme con 500Gb. Este disco es comparativamente más caro que el otro porque también cuesta 139,95€ ¿por qué? Sin duda por su pequeño tamaño (es portátil) y por su tecnología que le permite no llevar fuente de alimentación. Ideal para llevarlo del iMac al MacBook Pro.
Sin embargo pronto deseché la idea, ya que este disco no lleva más conexión que el puerto mini FW800 y el puerto mini USB. Dado que el iMac 24′ sólo tiene un puerto FW800, si lo empleo en este disco ¿dónde conecto mi disco de Time Machine? La mayoría de los dispositivos FW actúan como hub, es decir, puedes conectarles otros dispositivos FW; de ahí seguramente que el iMac sólo tenga un puerto FW800. Sin embargo éste, al ser portátil, carece de dicha función, no como los discos más grandes.
Por todo ello volví a mi idea original, el WD My Book Studio 1Tb FW800, cuyo mejor precio encontré ni más ni menos que en el Apple Store, 139,95 € con el IVA y gastos de envío incluidos. Apple me lo puso en casa en 48 horas y en estos momentos lo estoy configurando.
Análisis del disco WD My Book Studio 1Tb FW800
Para empezar el disco es más estrecho que su antepasado, el otro disco WD que tengo, y levemente más ligero. Los materiales de construcción apestan un poco; se trata de un plástico de mucha menor robustez que el empleado en modelos anteriores. Lleva una pantalla donde podemos ver el nombre de la unidad y el espacio libre en Gb. Debe tratarse de una especie de tinta electrónica, porque funciona incluso con el disco desenchufado.
El disco viene con un software para la gestión de copias de seguridad, muy bien diseñado pero innecesario desde mi punto de vista cuando tenemos Time Machine. Si en alguno de tus Macs no tienes un conector FW800 no te preocupes, porque aparte del cable de alimentación, el cable FW800 y el cable USB, este disco duro trae un adaptador de FW800 a FW400.
Por lo demás, este disco es tan silencioso como esperaba y gestiona su apagado y encendido como Jobs manda, así que estoy satisfecho con la compra.
Respecto a discos duros, se que hay opciones más baratas, incluso dentro de la misma marca. Pero la conexión FW800 se paga y por velocidad y estabilidad de la transferencia de datos es mi favorita, muy por encima de la USB. También sé que es posible comprar carcasas e instalarles dentro discos duros internos, pero no me pasé de PC a Mac para seguir con el destornillador detrás de la oreja 😉
Por las mencionadas limitaciones de puertos FW del iMac, mis discos ahora tienen que conectarse de la siguiente manera: el disco nuevo va conectado al iMac directamente por FW800; el disco de Time Machine va conectado al disco nuevo, usando un cable adaptador de FW400 a FW800. Por si os lo preguntáis, en el mercado existen algunos hubs FW pero todos con puertos FW400. La mencionada posibilidad de interconexión entre dispositivos FW mantiene ese hueco en el mercado disponible para algún aventurero.